Las capitales de la alta peluquería son Nueva York y Londres, pero el peluquero con la lista de clientas famosas más larga del mundo, Oribe Canales, tiene su cuartel general en Miami. Ha peinado a todas las mujeres de imagen internacionalmente relevante y firma creaciones para películas, anuncios y reportajes de moda, siempre con actrices y modelos de primera fila.
Oribe Canales - Miami |
Una pregunta razonable tras una ojeada a sus tarifas. En la ciudad en la que la elegancia no está reñida con la exhibición del precio de las cosas caras, se pagan 540 euros por un corte del mismísimo Orlando Pita y 500 por los de Sally Hernsberger o Garren.
El éxito de su trabajo sobre las cabelleras de Meg Ryan, Angelina Jolie, Nicole Kidman o Naomi Campbell, el lujo de los ambientes y el trato de estrella dispensado a cada clienta parecen valer la pena.
Londres es otra plaza fuerte del gran estilismo y cuenta con clientes asiduos como los Beckham, Madonna, Catherine Zeta-Jones, Ewan McGregor o la realeza británica. La nómina de peluqueros londinenses con grandes premios es nutrida: Vidal Sasoon, Trevor Sorbie, Charles Worthington, Richard Ward, Pierre Alexandre o Daniel Galvin, estilista de la princesa Diana.
En Londres se ofrece el servicio de peluquería más lujoso del planeta: una sesión con Stuart Phillips en un salón forrado de cristales Swarovski y una impresionante lista de atenciones por 22.000 euros.
También Beverly Hills (Los Ángeles, EE UU) y París tienen peluqueros reconocidos como maestros mundiales. Y España, donde la gloria peluquera está representada por Lluís Llongueras, admirado en todo el mundo, citado por los expertos como un generador de tendencias y con grandes premios de la profesión como el Hall of Fame o el International Legend.
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